Viniste a viajar por los tubos del cuerpo. Es la primera vez, ¿no? Entonces evitemos detalles y fotos que puedan causarte desagrado. Viajemos como te propuse en clase: como hacían los europeos en las expediciones por el "nuevo mundo", donde llevaban geógrafos que mapearan las costas, los ríos, las montañas... Y así no nos da claustrofobia.
I
Orificio auditivo
Entramos por un orificio del oído. Avanzamos 2 cm y medio y ya nos tenemos que volver porque no hay cómo seguir y no podemos romper nada en nuestros viajes. ¿Qué nos cerró el camino? ¡Claro, el tímpano! Es un círculo formado por 3 capas. Cortito el viaje. Al cerebro no lo vimos. Tampoco pudimos salir por el otro orificio auditivo; así que, el dicho "lo que te digo te entra por un oído y te sale por el otro" no es posible, aunque podamos actuar como si lo fuera.
II
Orificio nasal
No importa por cuál orificio nasal entremos, igual se juntan en un mismo camino. Ahí nomás hay un angosto camino de 4 cm hacia la izquierda y otro igual a la derecha. ¿A dónde llegan? Subimos por uno de ellos y... ¡otra vez el tímpano! Nos dicen que llegamos al "oído medio". "¿Cuántos oídos tenemos?", pregunto. "Tres... de cada lado: externo, medio e interno". Al interno no se puede llegar viajando por tubos.
Vovemos al tubo por el que veníamos viajando, bajamos como 12 cm y encontramos como una barrera llamada epiglotis que no nos deja tomar el tubo estrecho (el del alimento), pero sí nos deja ir por un tubo bien abierto y ventilado (el del aire).
Seguimos bajando, pasamos por unos pliegues (las cuerdas vocales, que no son cuerdas sino repliegues), seguimos bajando unos 10 cm hasta que el tubo se abre en 2: seguimos por uno unos 3 cm y otra vez se abre en 2; seguimos por uno y otra vez se abre en 2. Y cada vez se hace más angosto el tubo. ¡25 veces se abrió el camino en 2! Ya cansados de tener que elegir por cuál de los 2 tubos seguir, y cansados de viajar por tubos cada vez más angostos, por fin llegamos al final del viaje: es como un globito o bolsita bien chiquita. Llegamos al final, más no se puede avanzar.
¿Y los pulmones? ¿No es que el aire llega a los pulmones? Sí, llegamos a los pulmones: estamos en uno de los alvéolos pulmonares (esos globitos o bolsitas microscópicas)
III
Orificio bucal
Entramos a la cavidad bucal. El guía nos dijo que la mejor maner para no equivocar el camino es esperar que "trague saliva". Así entramos directo a aquel tubo estrecho, el del alimento. ¡Listo! Ya llegamos. Ahora estamos bajando como 30 cm. Pasamos por una especie de puerta que, luego que la travesamos se cerró.
Lllegamos a una parte del tubo más amplia, como una bolsa de paredes rugosas. Vemos al fondo otra puerta, la puerta de "salida", que está cerrada, y debemos esperar que se abra. Se abrió, pasamos.
Seguimos avanzando ahora por un tubo con muchas vueltas, con sus paredes tapizadas de muchísimos pliegues con muchísimos como "pelitos" de medio centímetro. Esta parte del viaje fue la más larga: 3 metros. Si fuéramos tan chicos como una bacteria, esos 3 metros serían como 3 kilómetros.
Al final de esos 3 metros hay otra puerta (esfínter), esperamos que se abra. Pasamos. Ahora las paredes no tienen todos esos pliegues y pelitos, son lisas pero con unas montañitas. En lugar de dar muchas vueltas como en zigzag, como en la parte anterior, en esta parte damos una vuelta larga de metro y medio de largo.
Estamos viendo otra puerta al final de esta parte del tubo. ¡Cuántas puertas en este viaje! ¡Oh! ¡Salimos del cuerpo!
IV
Orificio anal
Este es el orificio por el que salí en el viaje anterior. Entre por el orificio bucal y salí por el orificio anal. O sea que si entro por el orificio anal... ¡saldré por el orificio bucal! Haría el mismo viaje pero al revés.
Quedamos muy enojados con el guía porque no pasamos por el hígado. Nos dijo que en estos viajes por los tubos es imposible llegar al hígado. El tubo que empieza en el orificio bucal no pasa por el hígado. ¿Nos estaría diciendo la verdad?
También le preguntamos por qué no fuimos por el tubo que sale del estómago con los líquidos rumbo al orificio urinario. Se rió de nosotros. Dijo que del estómago sale un solo tubo que es por donde fuimos nosotros. Dijo que es imposible entrar por el orificio bucal y salir por el urinario.
V
Orificio urinario femenino
Entramos. Este tubo es bastante más angosto que los tubos de los viajes anteriores (excepto cuando viajamos por los tubos que están dentro de los pulmones). Subimos 3 cm y medio y llegamos a un ensanchamiento tipo bolsa.
Vemos 2 pequeños orificios a cada lado de los que sería el techo. Debemos seguir por uno de ellos, que es el mismo viaje que por el otro. Pasamos el orificio y subimos como 25 cm por un tubo bastante estrecho hasta que llegamos a un lugar más amplio. El guía nos dice que hemos llegado a un riñón.
Allí vemos varios orificios. Entramos por uno, avanzamos por un tubo muy muy angosto, llegamos a un pequeño ensanchamiento. Allí también hay otros orificios. Entramos por uno, avanzamos por tubos microscópicamente angostos bastante largos para ser tan angostos. Por fin llegamos al final del viaje: el tubo se divide en 2, hacia izquierda y hacia derecha y allí se cierran.
Nos extrañó que existiera un orificio urinario femenino. Pensábamos que las mujeres orinaban por la vagina. Pero no.
VI
Orificio vaginal
Entramos, avanzamos más o menos 10 cm hasta una puerta. Pasamos la puerta, avanzamos un poco más y llegamos a un ensanchamiento tipo bolsa de unos 5 cm de alto. En la parte alta de una pared vemos un orificio, y en la pared opuesta otro orificio. Por cualquiera es lo mismo.
El guía nos avisa que tengamos cuidado porque el final del tubo no es cierrado sino abierto. Fuimos avanzando con cuidado, agarrándonos de los pelitos microscópicos de las paredes hasta llegar al extremo. Es cierto: el extremo se abre con forma de flor hacia la cavidad pélvica. Frente a nosotros, muy cerquita está un ovario.
Preguntamos al guía si existe alguna conexión de la vagina con la vejiga, con el tubo de la orina o con el tubo del alimento para poder alimentar al feto que está en el útero, pero nos dijo que nada de eso existe.
VII
Orificio del pene
Avanzamos como 10 cm por un tubo bastante angosto hasta llegar a una puerta; la pasamos, avanzamos 2 cm más y llegamos a un punto donde el tubo se divide en 3: uno que sigue hacia delante y 2 a derecha e izquierda. Seguimos adelante y encontramos otra puerta: la atravesamos y llegamos a un lugar en el que ya habíamos estado en otro viaje, en el viaje V. El guía nos dijo que no siguiéramos porque iba a ser lo mismo. Mejor volver al cruce de tubos.
Tomamos uno de los tubos que salían hacia los costados y damos toda una vuelta de 35 cm hasta que el tubo se divide en cientos de tubitos microscópicos enrollados muy muy angostos y muy largos a la vez, que forman parte de un testículo. Dimos por finalizado el último viaje.
Pero los viajes y los mapas de tubos no están terminados. Siempre hay algo más por descubrir, por corregir, por mejorar. Te invito a que viajes por tu cuenta usando la poderosa imaginación, la poderosa wikipedia, pero también poder consultar a personas que sepan del interior del cuerpo.
Y si te acuerdas, anímate a mandarme algún mensaje, a compartir algún hallazgo.
¡Buen viaje!
Imagen de arriba: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjt4oT49y1YBoYqZIjP7tRl1HHULISnxNyQJLQfkT-3ywqOAEtXb34zVrao6_8rtjygAM9o1jyRv_u-ncB24zL2iN5eZoujKZoE2IKaAzC5_hDoHjVpHRJz_T7Dq7x_IC9cobiXNJ7zT04E/s1600/quindio.jpg